El título del manga describe a la perfección lo que nos vamos a encontrar en su interior: una princesa a la que capturan un grupo de piratas con un propósito que descubriréis entre sus páginas.
El dibujo es muy hermoso y los personajes suscitan mi interés, pero deberé aguardar a la segunda parte para entender mejor las verdaderas intenciones de algunos de ellos (ejem, Raju...) y, espero, ver a la princesa Matsurika tomar las riendas de su futuro. Es una joven dulce y confiada, alguien que siempre intenta ver lo mejor de los demás, incluso en las situaciones más inverosímiles.
Y Raju es, de momento, un misterio andante. Aunque tengo algunas teorías basadas en su forma de hablar y la jerarquía que hay en su barco...
Ya tengo un personaje al que detesto, creo que quien lo lea sentirá lo mismo.
Me ahorro el spoiler, pero es un lobo con piel de cordero.
De momento Matsurika se ha mostrado extremadamente dócil e inocente. Lo primero puedo comprenderlo por su posición de rehén e incluso debido a su exquisita educación, lo de su pensamiento positivo me deja perpleja, no lo voy a negar, pero de repente hace algo que sorprende tanto al lector como a Raju. Creo que tanto él como ella se desconciertan mutuamente.
Antes de comenzar este manga acepté que es un shôjo y hay que valorarlo como tal, saber que los clichés se perpetúan y que algunas escenas nos harán poner los ojos en blanco. Aun así, lo recomiendo para pasar un rato más que entretenido.
Espero que la princesa y el pirata nos deparen alguna sorpresa más en las segunda y última parte, que estoy deseando devorar.


I N F O R M A C I Ó N:
Historia en 2 tomos.